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Andrés Neuman nació en Buenos Aires en 1977, hijo de músicos. Desde los 14 años vive en Granada, en donde estudió y da clases de literatura. Su obra, tanto la poética como la narrativa, ha venido teniendo en los últimos años gran éxito y cosechando numerosos premios hasta convertirle en una de las voces más significadas y significativas de la literatura española (o, si se quiere, hispanoamericana, en una mezcolanza europea y americana que él mismo ha narrado con maestría en un libro de evidentes resonancias autobiográficas, Una vez argentina.
Obtuvo el Premio Hiperión con El tobogán. En sus versos hay mucho dolor, ni impostado ni exagerado, pero también mucha esperanza, seguramente porque son, al mismo tiempo, vitalistas y lúcidos. El poema de este domingo pertenece a Mística abajo publicado por Acantilado.

(PRINCIPIO DE LA CARNE)

Necesito la carne para amarte,
la carne enamorada, pero no
más allá de la tumba sino contra la tumba.
Tendido entre nosotros el temor
ha vencido su insomnio y se remansa.
¿Qué pensará la muerte ante la fiesta?
¿Pierde la compostura, suspende sus trabajos?

¡Antídoto, entusiasmo, derríbale las leyes,
ofrécele estos pechos de artesana
que señalan el norte y piden viaje!
Es lógico perderse, los guías se equivocan.
A veces el destino es blando y tibio y mueve
dos remos terrenales
que remontan la risa hasta el principio,
Hasta el punto final de los comienzos.